sábado, julio 24, 2010



- Devolveme la vida que me quitaste.
- ¿?
- Hace cuatro años que perdí la vida. Hace cuatro años que vivo a tu sombra...

Continuará...

domingo, julio 18, 2010

Si supiera cómo...


Veo pasar el día por mi ventana. Gris, frío, interminable…

Juego de niños. Se espera un llamado. Se espera rondando el teléfono y subrayando la ansiedad con Roland Barthes. Tengo su libro forrado en papel manteca; lo llevo a la cama, lo leo en la cocina; lo traslado en mi bolso. “Espero una llegada, una reciprocidad, un signo prometido. Puede ser fútil o enormemente patético. Todo es solemne: no tengo sentido de las proporciones”

Leo veinte, veinte mil veces el capítulo de la espera. Leo y corrijo, agrego: “Cuando se espera no se puede hacer ninguna otra cosa. La espera inhabilita para leer, mirar por la ventana o escribir una carta. Los nervios se concentran en esperar o, a lo sumo, registrar el propio reloj respecto del de la cocina. La escena está atravesada por una decisión: en qué momento la espera se vuelve ostensiblemente inútil. Cuándo se debe dar la pulseada por perdida y resignarse a encarar el camino hacia su número o calle”

- No puedo pensar en mí cuando no estás.

- ¿Y ahora?

- Ahora nada... Ahora ya sé.


Pero me deja sola con mi espera…

Continuará....