viernes, diciembre 24, 2010


El amor es religioso. Sacralización de los momentos...
El teléfono desde donde te llamé. El café en que me dijiste que sí, bueno, que vos también de alguna manera era evidente que me querías.La esquina que nos tuvo a los gritos una hora.
El amor detiene, registra, hace un templo de los detalles, y es en la obsesión por banalidades donde lo reconozco.
Pero no se lo digo porque el sacerdocio es cosa de uno...
Lástima que nunca escuchaste el llamado.