martes, enero 17, 2012

Borrador de testamento (adaptado)




Me ocurres por amor, en Rosario
precisamente y a la edad oscura
en que uno desconfía porque ha visto
garabatear pizarras a la muerte,
y acumula nociones de naufragio,
coraje en naftalina, días rotos,
dolor en pañuelitos y quién sabe.

Tómala, recupera entre tus párpados
tanta dura invención como mis ojos
quemaron, tanta oscuridad inútil,
y disuélvela con la luz que tienes
para que pueda yo por fin cubrirme
de tu salud, no conocer reparo
más que tu permanencia defendiéndome.

Ambulo entre manías y escaleras
y de pronto me ocupas, desbaratas
peligros, soledad, desasosiego,
promueves hábito de la alegría
y desanudas inocentemente
hilos de tal desorden compartido
que yo me empiezo y canto porque estás.

Pero si me acabara de improviso
te dejo inolvidable testimonio,
es decir, en el aire y en papeles,
nuestra privada suavidad, la ilesa
manera de integrarnos, eso es todo,
porque de veras ya no tengo nada
más que la intimidad que nos ocurre.

2 comentarios:

Pía dijo...

Caro que precioso!!!!!!!!!!!!! Hermosísimo! Tan dulce, tan íntimo.
Te mando un beso grande! Como ves, pasa el tiempo, yo sigo pasando por aquí.
Pía.

Maria dijo...

Mi querida Pía!! Qué alegría me da que a pesar del tiempo, sigas visitándome.... Siempre me hace bien tu paso. Supongo que a esta altura, ya nos debemos un café!! Beso y abrazo!