Es inevitable la reflexión en dias frios. Adoro el Otoño, cambian los protagonistas, se realzan los sabores, te invaden los aromas,se agolpa la sangre en el corazón y surgen mil interrogantes...Cuando hace frio, las palabras sobran, todo son imágenes mentales, apariencias, sensaciones.
¿Mi compañero inseparable? El Café, lo tomo de mil formas, con crema y canela, con unas gotas de cogñac, con Tia Maria, con chocolate... nada más placentero que dejar naufragar los pensamientos junto a ese delicioso brebaje...
Y es ahi cuando volvés a visitarme... ¿No te cansas de hacerlo no? Tu presencia no me agota, siempre algo se renueva, y vuelvo a verte como si fuera la primera vez. Te recorro y nada me resulta repetitivo. El silencio se rompe. Me gusta esa sensación, y no la censuro...¿que dirian los que me conocen? se horrorizarian. Sin embargo convivimos tan bien... sin reproches, sin preguntas, a solas, siempre a solas. Nadie lo sabe. Solo nuestras sonrisas que cómplices se escapan sin nuestro permiso. Me cuesta respirar cuando te veo, y sé que te pasa lo mismo. Es también una manera de amar... Te llevo conmigo, bien adentro... somos un amor oscuro...
7 comentarios:
Cuánta sensibilidad en estas palabras! Nunca dejás de ser la rosarina de las saudades =).
Como habrás visto AMO el otoño, me re gustaron esas imágenes que describiste.
Besote desde el frío del sur!
Momento de comentar. El comentario ya lo tengo, se me ocurrió al leer el último párrafo, que en realidad fue el primero que leí. Y maduró al releer desde el principio.
Sin embargo... dejarlo salir ya es otra cosa. ¿Qué hago? Para entrar en el personaje -en el tuyo- pongo a sonar una canción que según me dijiste es Jazz. Summertime, Ligia Piro, suponiendo que el archivo no se aprovecha de mi ignorancia. "Summertime", Tiempo u Hora de verano, y vos que hablas de otoño. Es así. Los contrastes son buenos, las mezclas crean el color y las fricciones el calor.
Este artículo me recuerda a una ciudad que se visita por primera vez. En ese momento la ciudad parece una megápolis concebida por el mismo Teseo. Las manzanas parecen tener más de cuatro lados y el mismo sitio parece dos o tres distintos, según se lo recorra por una calle o por la otra. Creer que nos alejamos de un punto y volver a encontrarlo pero en la acera opuesta, tiene cierto encanto.
Así, sucede con este texto. Nos mantiene flotando en la disyuntiva, a veces parece hablar de vos, otras de un tercero, entra la duda si los dos son lo mismo o si todo gira en torno al café. Y en cada lectura el mismo párrafo muta, desafiando mi capacidad de abstraer.
Es un artículo para quedarse unos días, como las ciudades que se estrenan.
¡¡¡Saludos!!!
A mi también me acompaña el café. Y amo el otoño, aunque ahora tengo que sobrellevar a la primavera.
Me gustó la imagen.
Y bienvenida, un gusto leerte.
Besos nena.
Caro...
es terriblemente bello cuando las palabras se secan, y caen como flores muertas en el mensaje...
es terriblemente bello que las mías se callen y escuchen las tuyas...las sientan... Silencio.
No dicen nada... tus palabras todavía suenan, y es lo justo, lo necesario, hoy, este lunes de otoño.
Que hermosura! Insisto con que el otoño es la estación del amor, contrariamente a lo que dicen.
Y vos lo demostraste con las palabras mas lindas.
Un beso grande!
Gracias por el tiempo dedicado, por la pronfundidad de lo expresado... Es una tonteria comentar sobre lo que cada uno dijo, esta vez el corazón late en cada palabra y mi deseo es que así siga.
Los abrazo a cada uno!
Gracias por la presencia fiel...
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